Aquel que está en Cristo es fortalecido por la obra del Señor y obedece en amor
Por el amor que se tuviesen los unos por los otros, es lo que determinaba si los hermanos andaban en la verdad de Dios. No hay marca que evidencia más a un verdadero creyente, que el Amor por sus hermanos.
● Porque el poder viene de Dios vss.7-8.
La obediencia a la Palabra de Cristo nos guía a luz y los efectos de las tinieblas que pasan, no permanecen en nosotros, es decir los efectos del pecado, ya no nos dominan, más la luz de Cristo permanece e impacta nuestras vidas, (2 Co.5.17) es la obra de Cristo en nosotros que nos faculta, (Ef.3.16-19) porque El Poder viene de Dios. Por tanto, cualquier otra fuente hay que rechazarla para andar en obediencia, hay que andar bajo el poder de la luz y que es el amor de Cristo, considerando que es un mandamiento que no ha cambiado, al contrario, es uno que permanece y en él descansamos y nos podemos deleitar como fuente de vida y verdad. De esta forma, como iglesia, podemos adorar a nuestro Dios.
● Porque la luz de Cristo es la que refleja vss.9-10
Aborrecer, es no amar como Cristo ama y mandó a hacerlo. Jn.13.34, nuestras acciones en obediencia en amor previenen que nuestro hermano caiga o tropiece; al revés de las tinieblas, que inducen al tropiezo de nuestro hermano. El amor de Cristo nos mueve, nos lleva a acciones concretas de cuidado por el otro siendo Cristo nuestro único ejemplo de ser, eso es andar y permanecer en Luz, siendo guiados por la luz de Cristo que nos lleva a amar a nuestros hermanos tal como Cristo amó, a entregarnos en servicio por nuestros hermanos como Cristo lo hizo por nosotros, a fin de que nuestros hermanos, no caigan en pecado por nuestra causa.
● Porque sin la luz de Cristo es imposible obedecer v.11
Fuera de la luz de Cristo se pierde el rumbo y se anda perdido y esto es perjudicial para la Iglesia, es por eso la importancia que andemos en luz y que a su vez llevemos a nuestros hermanos a andar en la luz de Cristo, a que sean expuestos a su palabra y verdad, a que pongan su mirada en el Señor y así puedan obedecer, identificando aquellos que en medio nuestro tienen patrones de vida alejados del amor a los hermanos y que por el contrario evidentemente aborrecen a los hermanos no amándoles como Cristo les ama, no entregando y poniendo su vida por ellos.
Aplicación
● ¿Has meditado sobre este nuevo mandamiento? Cuando la duda y derrota vienen a mi mente ¿Con qué me fortalezco? ¿Miro a Cristo en ese momento? ¿Es Él mi fuente y ejemplo para mi fortaleza?
● ¿El amor por mis hermanos, se parece al amor que Cristo manifestó? ¿Cómo afecta mi andar a mi hermano? ¿Mi servicio, cuenta con presencia y oración por ellos? ¿Estoy para animarles?
● ¿Estoy siendo de bendición o de tropiezo a mis hermanos? ¿Cuál es mi patrón de vida?