El creyente verdadero decide andar en el Espíritu poniendo a sus hermanos antes que a él mismo
El llamado a la consecuencia se puede ver en que no basta solamente con vivir y disfrutar de la vida y libertad
que el Espíritu nos da, sino que debemos actuar en consecuencia a esto, demostrar con acciones que realmente
estamos caminando en el Espíritu.
● Cuidando nuestras relaciones interpersonales (Vs 26).
Pablo hace una advertencia, no hacerse vanagloriosos, es decir, que algunos se vuelven presumidos de su propio
caminar en el Espíritu. En general esto ocurre de manera gradual, y tiene relación con nuestra vida personal de
devoción con el Señor y cómo podemos llegar a pensar que somos nosotros y no Dios quien obra el bien en
nuestras vidas. como creyentes tenemos la responsabilidad de alejarnos de la vanidad, la provocación y la
envidia. El andar en el Espíritu nunca nos llevará a la vanagloria, es por este motivo que debemos examinar
nuestro caminar y sacarnos a nosotros mismos del centro de nuestra vida espiritual siguiendo las pisadas de
nuestro maestro.
● Restaurando al caído (Vs 1).
Las palabras de Pablo aquí no hablan de un pecador decidido y endurecido. La idea es la de alguien que ha caído
en pecado y se encuentra atrapado en un lugar en el que nunca pensó que estaría. “Sorprendido”, contiene la
idea de caer, más bien apuntando a un accionar no deliberado. Restauradle, significa «poner en orden» y por lo
tanto «restaurar a su condición anterior”. Quienes realizan la restauración deben protegerse de la tentación del
orgullo, así como de la misma tentación con la que luchó el que fue superado.
● Ayudando a llevar las cargas de los demás (Vss 2-5).
Sobrellevad connota el esfuerzo de ayudar con paciencia y resistencia. Cargas se refiere a dificultades o
problemas que las personas no pueden resolver con facilidad por sus propios medios. No es un llamado a los
pastores, líderes o maestros, es algo que todos debemos hacer. Esto debe hacerse a) con amor, b) con humildad
y c) con responsabilidad.